La poesía nos conecta con el espíritu y el lenguaje del corazón, por eso nos conecta con el otro, porque habla de su vida, que también es la mía…La poesía trata de una intimidad compartida, de la luz y de la sombra, de fantasía y realidad, tiempo y eternidad…
A mí me gusta mucho este poema, espero que también lo disfrutéis, ya sea por primera vez o una vez más, tomaros el tiempo para dejar que os hable a vosotros 😉
Antes de saber lo que realmente es la bondad
debes perder cosas valiosas,
sentir que el futuro se disuelve en un momento
como la sal en el caldo caliente.
Lo que sostenías en tu mano,
aquello con lo que contabas y cuidabas,
todo eso debe irse para que sepas
qué tan desolado puede ser el paisaje
entre las regiones de bondad.
Antes de conocer la suavidad de la bondad,
debes viajar donde el indio con un
poncho blanco yace muerto al lado del
camino. Debes ver cómo ese podrías ser tú,
cómo él también era alguien que viajaba de
noche con planes y a quien el simple
aliento lo mantenía con vida.
Antes de reconocer la bondad como lo más
profundo en tu interior, debes conocer la tristeza
como la otra cosa más profunda.
Debes despertar con dolor.
Debes hablar con él hasta que tu voz
capte el hilo que enlaza la trama de todos los pesares
y descubras el tamaño de la tela.
Solo entonces la bondad cobrará sentido,
la bondad que ata los cordones de tus zapatos
y te envía hacia el día a poner las cartas al buzón
y a comprar el pan;
la bondad que asoma su cabeza
sobre la muchedumbre susurrándote:
“Es a mí a quien siempre has buscado”,
y a partir de entonces te acompañe siempre,
como una sombra, como el mejor de los amigos.
Naomi Shihab Nye, poeta palestino-estadounidense