El arte de escuchar tus sentimientos

Gloria había venido a terapia hacía un tiempo . Empezó a sentirse abrumada porque sentía un mar de emociones en su interior. O buscaba distracción continua o se ponía a llorar si n hacer nada más por horas. Se machacaba internamente aparentemente porque la mayoría de sus amigas habían sacado plaza en las oposiciones y ella no. Lo cierto es que le aburría profundamente estudiar y apenas lo había intentado una vez. Pero ella se había olvidado de escuchar sus sentimientos

Solía tener pensamientos del tipo “No tienes nada que ofrecer, ni un trabajo fijo, mira las demás…ha pasado el tiempo y no has logrado nada que merezca la pena….”Así comenzaba un círculo vicioso de crítica, vergüenza y aislamiento, pensando incluso cosas como “debería quedarme en casa y dejar de hacer el ridículo”.

Detenerse y escuchar

Entonces Gloria recordó algo muy sencillo que había aprendido en terapia: detenerse un momento, volverse hacia su interior, y conectar con esa parte crítica tan feroz. Pretendía averiguar qué era lo que tanto le preocupaba para tener ese discurso que le hacía sentir tan mal.

Efectivamente su crítico interno le transmitió su preocupación: “Sí, me preocupa que la gente no nos valore. No seremos nadie si no aparecemos útiles en la vida, es decir, si no tenemos un trabajo seguro”…De repente, siguió indagando, y se hicieron claras las creencias e ideas que esta parte acarreaba consigo. Se trataba de una parte de Gloria que realmente estaba preocupada por su valía y porque no fuera aceptada por los demás, aunque su manera de protegerla, su tono, discurso y argumentos, eran totalmente inadecuados y le hacían daño, llenándola de inseguridad y aislándola del mundo en cierto modo.

Esta conexión íntima hizo que Gloria ampliara mucho su zoom, que su comprensión acerca de la situación fuera mucho mas clara y amplia .

Fue capaz de reconocer el dolor y el miedo que esa parte suya llevaba consigo, en definitiva, de escuchar los sentimientos en su interior. El conectar con todo ese asunto le traía recuerdos de su infancia, cuando sus notas no eran suficientemente buenas para sus padres…¡Realmente esa parte era muy antigua! Había una inseguridad profunda que ya había sentido en su niñez y que tenía que ver con no ser “suficientemente buena”.

Ver más allá de la superficie

Así que todos estos miedos no tenían tanto que ver con lo que ocurría en su vida actual, donde ella sí podía reconocer su valía en muchos aspectos de su vida, sino más bien con un antiguo patrón que venía de muy atrás y se desencadenaba inconscientemente con ciertos sucesos.

Lo más significativo de todo es que, en esta ocasión, en lugar de sumirse en la vergüenza y la negatividad , descubrió algo muy valioso ahí en su interior, ese sentimiento de valía que había dejado de sentir.

Un tesoro por descubrir

Reforzando la comprensión y la autoestima

La disposición de escucharse a sí misma con amabilidad y atención ,le puso en contacto con su propio sentido de valía de un modo inesperado. Recordó que satisfacer su necesidad de atención y escucha le hacía sentir conectada y en paz. De nuevo su espíritu creativo se dejaba sentir en ella y nuevas posibilidades se dibujaban en el horizonte y le daban un sentido de dirección congruente para ella. De nuevo recordó que su camino era único y la comparación no tenía sentido.

Me escribió para contarme su experiencia llena de agradecimiento, el hecho de acompañarse a sí misma le ayudó a no sentirse sola y desorientada. Acompañar y escuchar los sentimientos de este modo le aportó seguridad y compasión. Y, lo más importante, una comprensión y aprecio por todos los mensajes que su cuerpo le enviaba para ayudarla a dar el siguiente paso en la vida.

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