Echemos un vistazo a esta idea de que no necesitas gestionar tus emociones y cómo descubrir el valor de dukkha.
Muchos se preguntan cómo gestionar las emociones. Cuando decimos “gestionar “normalmente queremos decir “controlar”, hay cierto pensamiento implícito que tiene que ver con un deseo de controlar lo que sentimos, es decir, cómo podemos sentir sólo las que queremos sentir y cómo podemos librarnos de las que no nos gustan.
Fundamentalmente no nos gusta aquello que nos causa dolor o aflicción, lo que en budismo se llama dukkha. Sin embargo, dukkha viene para decirnos “Aún estás vivo”. Lo más importante de las emociones es que nos recuerdan que aún estamos vivos, que aún somos seres humanos.
No necesitas gestionar tus emociones. La vida es dinamica y cambiante y se compone luces y sombras, no es posible tomarla a trozos. La luz te permite conocer la oscuridad y viceversa, lo uno lleva a lo otro, y cualquier intento de detener y estancar ese proceso acaba con la autenticidad de la vida.
Hay un valor también en lo difícil y doloroso; en budismo la aflicción recibe el nombre de dukkha. Dukkha es siempre una oportunidad, es importante conocer el valor de dukkha porque nos revela nuestro koan o dilema vital.

Así que la pregunta quizá no sea si puedo “gestionar” mis emociones, sino que , en su lugar, podemos preguntarnos: ¿qué es lo realmente necesario? Lo realmente necesario es vivir, dejar que el soplo de la vida entre en el cuarto donde uno se esconde. Eso a veces nos resulta arriesgado, pero es lo único que nos garantiza un momento de vida auténtico. La invitación es a entrar en contacto con la propia realidad
A veces la emoción puede ser tan fuerte que nos paraliza y eso nos asusta. No hay nada de qué avergonzarse, esto puede ocurrir en situaciones especialmente críticas, eso también pasará. En esos momento es cuando necesitamos a menudo ayuda de un terapeuta o alguien que nos acompañe a “vivir” ese desierto y salir adelante más reforzados y con el corazón abierto de nuevo, habiendo aprendido y madurado a partir de nuestra experiencia única.
Cada sentimiento o emoción tiene algo que enseñarnos y normalmente no es aquello que esperamos. Cuando realmente llegues a conocerte, vivirás despreocupado de ti mismo.
La manera de controlar las emociones es dejar de intentar controlarlas. En su lugar, investiga y explora la vida real y auténtica, permítete sentir y poder descubrir las enseñanzas que traen para ti.
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